lunes, 10 de noviembre de 2014

16/08/2014


Me despiertan bien temprano unos peregrinos que han subido a ver la ermita. Nos damos los buenos días, pero ninguno de los tres tenemos ganas de hablar mucho. Recojo mis cosas y salgo pitando hacia Zamora; tengo ganas de pasear y tomar el sol.



Arte callejero en Zamora. Eso que se ve no es una calle ni unas casas. Es un mural en una pared.













El castillo de Zamora. Bueno, lo que queda. Eso sí, bien cuidado.




Zamora vista desde lejos. Ya se puede ir en manga corta. ¡He sobrevivido a Galicia!












En Salamanca dormí en un parquecillo con césped, en medio de una urbanización a medio construir y sin casi vecinos cerca que me pudieran incordiar.











Aquí dormí blandito.











A medianoche, tras fumarme un peta de marihuana y amorrarme al orujo como un campeón, me llegan estas letrillas que Marizombi me dedicó al poco de marcharme de Orense. ¡¡¡Qué tía!!! Ni qué decir tiene que se me quedó cara de tonto y sonrisa bobalicona:

http://carles-torregrosa.foroes.org/t2402-road-movie-a-traves-de-espana







4 comentarios:

  1. Excelente descripción la de Marizombi. Y cada entrada de Alejandro no hace sino acrecentar mis deseos de pegarme un viaje por las carreteras de la miaudre patria.

    ResponderEliminar
  2. Alejandro, hace un rato pensé que era un buen momento para leer un par de entradas de tu viaje, y no he podido despegarme del ordenador...
    Me está encantando el viaje y tu forma de escribirlo, pero paso frío a veces imaginándote por ahí, heladico... Y pienso "ojala encuentre un bar y le inviten a un buen caldo" , jejeje!
    Tu amiga Marizombi te ha clavado, bonita descripción de ti :)
    Bueno, sigo leyendo que me mola.. .Besicos!
    Piqui

    ResponderEliminar