lunes, 10 de noviembre de 2014

18/08/2014


Después del café, el padre de Jimmy me regala un respaldo para el sillín de la moto. No es el adecuado, pero con un poco de maña lo podré montar cuando vuelva a casa. ¡Todo un detallazo!

Se dice que Alba de Tormes podría haber sido el lugar donde "El lazarillo de Tormes" hubiera hecho sus trastadas... de haber existido. Pero lo que sí es cierto es que en la iglesia tienen el brazo incorrupto de Santa Teresa que ni Jimmy ni yo tenemos el más mínimo interés en ver. También tienen las ruinas de la primera fortaleza de los duques de Alba. Queda poco, tan sólo una torre. Merce, la madre de Jimmy, nos lo explica con todo lujo de detalles ya que trabaja aquí como guía turística.

Con Jimmy, que fue un estupendo anfitrión (espero que te vaya bien por Uruguay). Desde aquí agradezco el recibimiento que me dio su familia.

Detrás, un trocito de la única torre que queda de la fortaleza. Entre los franceses y nuestra guerra civil, apenas quedan ni las piedras.








Alba de Tormes y las ruinas de la fortaleza.




Hasta Guijo de Granadilla hay casi 150km de carretera rodeada de dehesas llenas de vacas, caballos y algún toro.









Cementerio de Guijo de Granadilla.












Los cementerios me parecen lugares muy románticos.












Aquí descansan los huesos del poeta José María Gabriel y Galán.


Veros hoy aquí reunidos
me causa el mayor placer.
Siempre en paz y siempre unidos
os quisiera a todos ver.


Espero no molestar a nadie si copio unos versos del poeta que, dicho sea de paso, vienen que ni pintado para el lugar donde estoy. Parece que invite a todo el mundo a morir cogidos de la mano.
























Mi amiga Ana veranea en Guijo y me acogió un par de días.


Y, ejem, esta foto no es lo que parece.










Aquí el menda currándose la barbacoa de los campeones.
















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